viernes, 4 de noviembre de 2011

UNA ANÉCDOTA

Manuel al salir del trabajo solía comprar alguna exquisitez para cenar él y su esposa, costumbre que tenía desde siempre. Esta tarde, además del pastelito de hojaldre, entró en la pescadería y compró calamares; en el camino se le iba haciendo agua la boca al pensar en lo ricos que le quedaban a Rosa los calamares en su tinta y que de seguro comerían  en el almuerzo del día siguiente. Al llegar a su casa Rosa no estaba, guardó el pescado en el congelador, y se puso a ver la Tele, esperándola.
- ¿Hace mucho tiempo que llegaste? Le preguntó Rosa, entrando.
- No, estoy llegando, ¿fuiste a pagar el condominio?, mira traje unos pasteles, y unos calamares que ya guardé en el congelador.
- Que bueno!. ¿Quieres que haga una taza de chocolate para comer con los pasteles? ... Siguieron hablando y comentando las incidencias del día y no se habló mas de los calamares.
Al día siguiente todo discurrió con normalidad, y al mediodía Manuel venía almorzar muy seguro que lo esperaba el manjar negro que tanto le gustaba.
Al abrir la puerta el olor era inconfundible, tal parecía que estaba entrando en un restaurant, la mesa estaba puesta, encima de la hornilla la marmita de sus sueños.
-  ¡Que bien huele! y destapó la olla. ¿Que es esto?. ¿Arroz?!, ¡hiciste los calamares con arroz!, ¡no puedo creerlo!. No los quiero!.
- Tu no me digiste como los querías, y te advierto que no hay otra cosa.
- Prefiero comer un bocadillo.
Ella muy calmada, muy ecuánime le dice:
- Muy bien, tu te lo haces, yo voy comer mi arroz.
Manuel  come su bocadillo y se va a trabajar, cuando viene a la noche ya conforme, y con ganas de cenar. Va a la nevera buscando el arroz y no lo ve por ninguna parte, y con humilde suavidad le pregunta.
- Rosa, ¿donde están los calamares?
- Mira mi amor, como digiste que eran una basura, que no los querías, los boté al aseo.
Y así realmente lo había hecho. Rosa estaba dolida pero siguio muy entera, sin recriminaciones ni peleas y absolutamente firme. Manuel acuso el aprendizaje de ese día también.

Apesar de los muchos años que tenían de convivencia, fue una lección para los dos.

lunes, 25 de julio de 2011

ANGELICA Y LOS GITANOS

En las afueras del pueblo acamparon unos gitanos, con sus tres carromatos, sus caballos pastaban alrededor y cerca de donde armaron sus fogones con sus ahumadas ollas para cocinar; por entre las viejas cortinas de los carromatos, se veían colchonetas y toda una miscelania de cachibaches. Eran los típicos gitanos de feria, las mujers vestidas con sus faldas largas de abigarrados colores, niños medio vestidos corriendo de aca para allá, hombres mal encarados y todos hablado en su jerga. Todo el cuadro era alucinante, para la gente común del barrio que estaba a cien metros escasos, para los niños del barrio eran atractivos e imponentes les daban curiosidad y al mismo tiempo les temían, las sempiternas habladurías de que los gitanos roban los niños, no los dejaban confiarse y aunque lo deseaban no se acercaban mucho.
Angelica era la niña mas pequeña de la numerosa familia Gomez, mimada y consentida por toda la familia, era cariñosa y tierna con todo el mundo, pero como era muy miedosa siempre que le era posible estaba pegada a su papá, para ella, solo con él estaba a salvo de todo, y él nunca la rechazaba, y aunque no la mimaba en esceso, si procuraba desmitificar las cosas que a ella le daban miedo: le aseguraba que no había brujas, ni demonios, ni infierno; pero olvidó decirle que "los gitanos no robaban niños, ni eran tan malos, que solo eran feriantes, gente nómada."
Un día estando de visita  en casa de los Gomez, Doña Lola, amiga de la familia, le hizo gracia que  la niña estubiera tan pendiente de su padre y por hacerle una broma le dijo:
 - Tus papás no son estos señores, a ti te dejaron olvidada unos gitanos en una noche de invierno y como hacía mucho frío, Pilar te trajo para la casa, y tu crees que son tus papás pero no lo son.
La niña por un instante se vio en la carabana de los gitanos que estaban acampados en el cruce de la carretera, con el horror pintado en su cara le dice a su padre:
 - ¿Eso no es verdad? Yo soy de esta casa, no soy hija de gitanos.
 Por supuesto sus padres trataron de tranquilizarla, la niña no entendía la broma era muy pequeña, y no podía pensar que un adulto digera una mentira.Con la cara muy seria miró a su mamá y luego a su papá.
 - No quiero que me lleven los gitanos, no iré a la carretera a jugar mientras ellos estén allí.
Años más tarde, cuando en las ferias anuales venían, ya eran otra gente, sus carabanas, su campamento tenían otro aspecto, las mujeres vestian con el mismo estilo, pero elegantes, los hombres mayores seguian siendo mal encarados y Angelica seguía teniéndoles miedo. De aquella broma le quedó un "no se que" que le hacía fijarse en los gitanos, buscándoles  algún parecido, como si quisiera certificar una y otra vez de donde era ella, y a veces se preguntaba: ¿Como sería yo si fuera una de ellos?.
Terminó gustándole su música, perdiéndoles el miedo y sabiendo que no hay nada malo en ser diferente.
Angelica a sus 83 años aun le gusta disfrutar de un buen concierto de Flamenco.

viernes, 8 de julio de 2011

TRES DE CUATRO

Arcadio cumplió los 18 años en Caracas, asturiano de nacimiento, emigrante por necesidad. De pinche de cocina, camarero, chofer de transporte, empleado de confianza, y muchos oficios más, que no voy a reseñar, por que al fin fue la sabida historia de todos los que venimos buscando una mejor vida que la que teníamos en España; trabajar y trabajar, para mandar el dinero que nos habían prestado para el pasaje y procurarnos una vida acorde con nuestros sueños..
La verdadera aventura de Arcadio, empezó en Asturias, en un pueblito de montaña donde vivía con sus padres y sus cuatro hermanos; él era el del medio. En las montañas de Asturias, la guerra civil del año treinta y seis peleó sus batallas aldea por aldea, la casa de los Martínez con sus cinco niños y su madre, estaba en un barrio casi despoblado, sus vecinos huyendo de la guerra se habian mudado. Arcadio con cinco años estaba enfermo con pulmonía, era muy peligroso sacarlo por la lluvia que en las montañas es peremne, acurrucados en la casa evitaron el tiroteo de ambos bandos y mientras el niño iba mejorando su madre fue preparando alforjas con viandas, y ropa seca para poder huir, cruzando la montaña,  además tenían que llevar la vaca para asegurarse de tener leche. En un anochecer salieron en caravana, el mayor de los hermanos iba rompiendo filas cargado de mochilas, luego la madre con el bebé en brazos y cuidando de los tres que iban montados en la vaca a la que había que guiar y así cruzaron caminos y senderos caminaron toda la noche evitando encontrarse con soldados que los detuvieran.
Nos lo contaba en una tarde de domingo, según él lo más enternecedor fue como su mamá los entrenó para que fueran calladitos cuando pasaban por zonas de peligro, para ellos fue la gran aventura, ni Don Quijote con sus molinos les ganaría en emoción.
La  historia de Arcadio y Montse, tiene algo fuera de lo común, en una ocasión  un compañero de trabajo de él recibió unas fotos de familiares, desde Cataluña, era una celebración familiar; Arcadio le llamó la atención una joven muy bella y le pidio a su amigo la dirección de ella, le escribió y se fueron enamorando por carta y despues de escribirse por un tiempo, decidieron casarse. El era muy correcto y le escribió al papá, pidiendole la mano de su hija, el Sr. Lope ya se había enterado que era un hombre de bien, se sintió complacido, aunque sabía que perdía a su hija, se casaron por poder, y ella se vino a vivir con él para Venezuela.
Eramos cuatro parejas, nos conocimos en  Puerto Ordaz, cuando ya el tiempo de adaptación era perfecto, nos reuníamos y la charla obligada era rememorar nuestra niñez, lo traviesos que fuimos, en eso llevaban la palma unos más que otros, los cuatro hombres.
Hablábamos de España con cariño, nunca dejamos de sentirnos españoles, ni gallegos los seis que lo éramos, pero a la vez apreciabamos e íbamos queriendo lo que hacíamos en Venezuela, nuestros hijos eran venezolanos y los que nacieran en España se nacionalizaron  para poder estudiar lo que querían. Arcadio y Montse no tuvieron hijos, los nuestros  también eran de ellos y así formábamos una familia con cuatro casas.
El consiguió un buen puesto en una compañía americana que extraía el mineral de hierro, además de ser confiable y muy competente se preocupó de estudiar, hablaba ingles y eso abría puertas, en fin tenían una situación desahogada y sus vacaciones las disfrutaban viajando. Visitaron Argentina, Méjico y claro España.
Pero como la vida es un relevo de situaciones, tocó apechugar con lo difícil, Arcadio se infartó, a fuerza de muchos cuidados logró superarlo sin secuelas, pero con la advertencia de que si le daba el siguiente no sería igual.
Un especialista le habló de un cardiólogo que estaba haciendo pruebas en Argentina a pecho abierto pero aún estaba en fase de prueba y de hecho buscaban personas que quisieran servir de "conejitos de indias". Se dió de baja en el trabajo e hizo los arreglos pertinentes para ir a Argentina; su familia allá ya le había apartado el cupo en la clínica y al poco tiempo de llegar lo recibió el doctor y ajusta y compón, el doctor lo encontró idoneo  para la operación: era un hombre joven, fuerte y muy disciplinado, el origen de su problema era hereditario mas no originado por malos hábitos de vida; cumplió al pie de la letra todos los requisitos que le pidieron y no tardó mucho en entrar en quirófano y hace cuarenta años esa era una operación de alto riesgo. ¿Y como la vivió nuestra Montse?: lo acompañó todo el tiempo, y como era una operación pionera el hospital le premitió verla en una pantalla de una sala privada y ella muy serena la presenció. En el post operatorio fue una campeona, y la operación fue un éxito y nuestro hombre volvió a la palestra, pero esta vez lo hizo en Argentina.
Como en Argentina no les fue muy bien, probaron de quedarse en Méjico con su otro hermano, y a pesar de lo muy bien que se llevaban con toda la familia; desistieron por problemas con las legalizaciónes y regresaron, se residenciaron en Caracas y al fin trabajaron en lo que les gustaba, él de encargado de un comercio de telas, ella en la misma cadena pero en otro local. Al fin estaban de nuevo en su casa, en Venezuela.
Y aquí vivieron hasta que se retiraron y regresaron a España. Tener dos patrias a veces no es fácil, cuando estás en una añoras la otra, aquí quedaron los amigos los recuerdos de lo vivido cuando eran jóvenes y pienso que este desarraigo dolió mas, mucho más que el primero.
No quiero dejar en el tintero, que mi  hija más joven vivió con ellos mientras estudió su carrera, era su ahijada, pero en esos años la trataron como si fuera su hija, ella se sintió muy afortunada contando con ellos.
El no se sentiría bien, si hablo de su modo de ser, de su caracter, no le gustaban los halagos, él pensaba que era como tenía que ser y punto. Nunca lo oí hablar mal de nadie. Cuando estuvo enfermo, se acercó a la religión, pero no se hizo ni fanático, ni pretendió evangelizar a nadie, eso era algo entre él y su Dios. Era un hombre muy respetuoso con la privacidad ajena. Era un Caballero.
De los ocho amigos que éramos, quedamos Monset y yo, ella vive en Asturias, yo en Puerto Ordaz, y seguimos en contacto por internet, el mismo cariño de siempre, a la verdadera amistad no la derrotan ni el tiempo ni la distancia ni siquiera la muerte.

lunes, 4 de julio de 2011

UNA DE CUARTO

En plena pos-guerra, España estaba bajo la tiranía de una dictadura, todas eran ataduras y censuras, carencias y desesperanzas, la gente joven empezó a emigrar buscando una mejor calidad de vida. En 1959 María y Cruz tenían cinco años de casados, dos niños pequeños, y sin esperanzas de tener casa propia, a pesar de trabajar los dos. Vivían con los padres de Cruz. María se llevaba muy bien con su suegra y a ella le contaba sus ansias y las aspiraciones que tenía para poder darles a sus hijos estudios y que salieran de la esclavitud de la aldea; mamá Carmen la animó y las dos se aliaron y encontraron la manera de convencer a Cruz. Venezuela estaba de moda, se contaban mil historias de lo fácil que era hacerse ricos o por lo menos vivir en grande.
Para venir a Venezuela había que tener un contrato de trabajo y la documentación en regla, Cruz fue a la capital y se enteró que había una agencia la cual se encargaba de todo por un cierto precio, los padres les dieron sus ahorros con una condición: los niños se quedarían con ellos hasta  que consiguieran cierta estabilidad y trabajo.
La agencia cumplió, los embarcaron, con sus papeles falsos, y con ellos llegaron un buen día a La Guaira allí los esperaron unos paisanos, que les ayudaron a encontrar trabajo.
Los dos eran artesanos; él un magnífico carpintero, ella modista y con una extraordinaria luz natural; se formó en una escuela de corte y costura de prestigio en donde se graduó con honores, de todas formas su documentación irregular no les permitía solicitar trabajo en aquello que sabían hacer.
Cruz y María, los dos, eran hijos de gente de campo orgullosos de ser auto suficientes, cumplidores a carta cabal de sus compromisos.
Sus empleadores, gente de poder, los tomaron a su servicio, Cruz como mayordomo y María encargada de la lencería, uniformes del personal y algun que otro arreglo a la ropa de las Sras. en la casa. Tan satisfechos con sus servicios estaban, que al enterarse el Sr. de su dificultad con la documentación intercedió para legalizar la estadía de los dos en el país. Ellos agradecidos, sirvieron por un tiempo mas, pero "eran gente de campo orgullosos de ser auto suficientes", así que fieles a ellos mismos se mudaron y se emplearon: ella en una fábrica de confección y él en una compañía transnacional que hacían fotos a domicilio, viajó por varias ciudades donde vendía la fotografía enmarcada que después mandaban desde Caracas. Viajando llegó a Ciudad Bolívar, y le gustó mucho el ambiente de Puerto Ordaz, una ciudad en pleno auge de formación que prometía trabajo y prosperidad. Siempre trabajando y tratando de mejorar se dejó convencer por un paisano que tenía una pequeña finca en el campo, a María no le gustó la gente ni la idea de irse para el campo y como siempre, no falló su intuición, era gente aprovechada que si se descuidan los arruinan del todo. Cruz era tan recto y tan noble que no podía creer que un paisano tuviera la maldad de maquinar algo tan sucio.
Fue entonces cuando conoció al padre Palacios, personaje fundador e icono de la ciudad, este jesuita lo tomó como chofer en principio, pero luego como personal de confianza, era el encargado de mantenimiento del edificio donde funcionaba el colegio Gumilla.
No paró aquí Cruz, siempre tratando de superarse entró como maestro de carpinteros en una carpintería industrial, al poco tiempo montó su taller en un galpón de su propiedad.
María, en un principio, cosía en la habitación que alquilaban,
enseguida construyeron una casa en terrenos asignados por el gobierno, antes de terminarla, reclamaron con toda legalidad a sus hijos. Marino, antes de venir lo llevaron a Barcelona de España, se habia lastimado en un ojo, tenía una gran herida y lo operó un famoso oculista necesitó una segunda intervención, lo volvieron a mandar y entonces lo operó Barraquer, y quedó perfectamente pero con poca visión en ese ojo.
José que era el mayor ya había terminado su primaria entró en el colegio Loyola a estudiar su bachillerato, cuando tenía que entrar en la Universidad hubo problemas con los cupos de medicina, que era lo que él quería.
 - Hijo, le dijo su padre, estudia ingeniería, y así ya entras ahora.
 - No papá, si no puedo ser médico, me voy contigo para la carpintería.
Se puede decir, que la medicina eligió a José, mas que José a la medicina.
Marino fue el que se graduó de Ingeniero Civil, lo triste de esta historia es que Cruz que tenía el mas genuino orgullo de padre, el que hubiera dado la vida por sus hijos, no los vió graduados y lo peor, no asistió a sus bodas ni pudo consentir a sus cinco nietos que era su sueño más querido; porque un irresponsable se quedó dormido manejando y se lo llevó por delante.
María, mujer enérgica soportó su pena y se aferró a sus hijos, no para ser una carga, si no para ser lo que fue toda su vida, un punto de apoyo, de comprensión y ayuda,
Un día su corazón valiente se cansó, como si dijera: "no se quejen cumplimos y nos vamos". Dios o la vida le ahorró un gran dolor, unos pistoleros entraron en la joyería que Marino regentaba con su mujer, y a boca de jarro le dispararon varias veces; yo agradecí que su madre no lo viera morir.

domingo, 3 de julio de 2011

OTRA HISTORIA

Manuel y Rosa, recien casados, vivían en la capital de la provincia, y cuando nació su hijo, los padres de Rosa, reforzaron su ayuda. La vida era cara y el sueldo no daba para mucho, Rosa se quejaba pues ni con la ayuda de sus padres llegaba a fin de mes solvente.
Los españoles estaban emigrando para Venezuela y les hablaron que había una oferta de trabajo para mecánicos, no solo les daban contrato de trabajo, les pagaban el pasaje y podrían llevar a su familia después de seis meses y la compañía les daría casa y víveres, disponían de un economato.
El hato "La Vergareña", era una esplotación agrícola, con mucha maquinaria, lo más difícil era estar cerca de nada, osea en medio de la selva, para el servicio  y los compromisos de transporte tenían también una avioneta.
A Manuel le entusiasmó la aventura pero dejó que Rosa decidiera, al fin ella sería la mas sacrificada y ella decidió que merecía la pena probar, la vida de estrecheces que llevaban no era gran cosa, y los compromisos cada vez eran mayores.
Viajó Manuel y antes del año reclamó a Rosa y Alberto, que cumplió nueve años en el barco.
Dejaron a Alberto en la capital del estado, donde su tía-madrina lo inscribió en un colegio privado y ellos dos se fueron  para La Vergareña.
A Rosa le gustó su casita, se adaptó bien en el ambiente e hizo amistad con la gente que vivian allí, no le disgustaba viajar en la avioneta y de vez en cuando se daba una vueltecita por Cdad. Bolívar a ver a su hijo y comprar cosas que necesitaban.
El ambiente se fue enrareciendo, la comunidad era cerrada, propicia a intrigas, celos en el trabajo, descontento ... y como Manuel ya había cumplido con el compromiso que había firmado, no tardó en renunciar y regresaron para Ciudad Bolivar donde él ya era conocido por su excelente trabajo. Trabajó para la concesionaria de la VOS WAGEN y luego al poco tiempo montó su taller.
Por motivos de salud, mandaron a Alberto para España, y allá estudió el bachillerato .
Rosa se afectó mucho y se deprimió con la partida de su unico hijo, según el ginecólogo por eso quedó embarazada y a los treintayocho años tuvo a Jr.un niño precioso que criaron con todo cuidado y todo cariño, Siguieron viviendo en Ciudad Bolivar. Alberto regresó, ingresó en la Universidad a su tiempo se graduó de ingeniero.
Dicho así en cuatro palabras, parece que todo les fue fácil, pero tubieron sus problemas que siempre resolvieron de común acuerdo. Alberto á quien adoraban, no acababa de aceptar a su hermano trece años mas joven que él, y esto dió  motivo de incomprensión en la familia.
Él era un joven brillante y muy inteligente, pero arrogante que pensaba que sus padres le debían el haberlo desbancado, para él su puesto era: ser hijo único, el hermano no valía nada. Por contraste Junior admiraba a su hermano y le duró su admiración hasta que ya siendo un joven se dio cuenta que cada uno podía tolerar al otro y por respeto a sus padres nunca se le enfrentó,.
Sus padres los adoraban a los dos, y estaban muy orgullosos de ellos, los dos estudiaron la misma carrera, y Jr siempre se llevó bien con su padre. El mayor hasta que lo vió enfermo y recluído en una clínica, no le demostró mucho cariño.
Quisiera acabar mi historia diciendo que fueron felices por siempre. Hay cosas muy duras de contar, a lo mejor en otra ocasión que no esté tan afectada, termino la historia de ROSA Y MANUEL..

martes, 21 de junio de 2011

UN CUENTO

Yo no se a quien le oí este cuento ni siquiera lo recuerdo con pelos y señales, por su desarrollo pareciera uno de los cuentos que Sherezade le contó a aquel sultán, que degollaba mujeres, después de una noche de amor.
En un castillo de de ensueño vivía un gran hombre con sus queridísimos hijos, dos adolescentes y el mayor que sería su principal heredero, los cuatro estaban muy orgullosos de su fastuosa mansión y recibían con mucho gusto a amigos y visitantes mostrando salones y jardines, sin pensar que podían ser envidiados.
De la aldea vecina, llegó un caballero interesado en el método de riego de los jardines interiores, lo recibieron y agasajaron invitándolo a que se quedara unos dias. Compartieron gustos e ideas para mejorar lo que ya era perfecto, y les habló de la fuente encantada lo cual era lo único, a su juicio, le faltaba al palacio para ser perfecto.
_ ¿Donde consigo esa fuente? -Preguntó el mayor de los hermanos.
_ Solo queda alguna en el castillo de "IRAS Y NO VOLVERÁS".
Le dio todos los datos para que lo hallara y le advirtió.
_ Con la primera campanada de las doce, se abre la puerta del castillo, y con la última se cierra y como se abre solo cuando alguien va allí, si no sales a tiempo, te quedarás encerrado convertido en una fuente encantada.
Se puso en camino, y a los dos días vio aparecer en el horizonte las torres de un castillo, que se iba haciendo cada vez mas imponente a medida que se le acercaba, faltaban diez minutos para las doce y se sentó a descansar, como de la nada apareció lo que parecía un mendigo.
_ ¿Quieres comer algo?.
_ No, solo quiero decirte que quien te mandó a buscar la fuente encantada no te quiere bien, tu jardín es muy bello, no le falta nada.
_ Quiero regalarle a mi padre algo extraordinario, y ya son las doce.
Con la primera campanada se abrió la puerta y el joven entró en un recinto de lujosos decorados y vio fuentes y mas fuentes, cuando iba a escoger una, veía otra mas bonita, fue de una en otra sin darse cuenta que se le terminaba el tiempo ... y se cerró la puerta.
Al pasar el tiempo y ver que su hijo no regresaba el padre se enfermó de tristeza y agradeció la visita de su amigo, este muy ladino aprovechó el tiempo para convencer al segundo muchacho que su padre se alegraría si le iba a buscar el pájaro que habla.
Salió al amanecer, para que su padre no se diera cuenta y a los dos dias avistó el gran castillo y se sentó a esperar la hora de entrar, y al igual que a su hermano se le apareció un derviche, que parecia un mendigo.
_ No es bueno entrar en ese castillo, eres muy joven para quedar por siempre ahí atrapado.
_ Mi padre está enfermo de tristeza porque mi hermano no ha regresado, le buscaré el pájaro que habla para que se alegre.
_ ¿Que fué a buscar tu hermano?.
_ La fuente encantada.
_ Él se quedó dentro como una fuente más y a ti te hechizarán los pájaros si no tienes una gran voluntad. No tienes que escuchar sus "cantos de sirena" con lo que te querran entretener, si no los oyes salvarás a tu hermano y saldreís los dos, así sanará tambien tu padre.
Sonó la primera campanada y la puerta se abrió, corrió y entró en la primera cámara y tomó una fuente sin ver si era la más bonita o la más fea, fue a la cámara de los pájaros y no hizo caso de sus súplicas ni de sus promesas, estaba sonando la onceava campanada cuando al salir se encontró que su hermano corría a su lado. Afuera no hallaron al mendigo y el pájajo les dijo que estaba cuidando que otros jovenes no entraran en otros castillos de "IRAS Y NO VOLVERÁS".

sábado, 18 de junio de 2011

... sábado, ...

Ya hoy es sábado; las semanas y los meses y por supuesto los años, pasan a tal velocidad, que ni mi pensamiento les da alcance, hace no se cuantos años me vine para America en busca de una vida más interesante; la novedad en un principio, me satisfizo,  me sentí cómoda arropada y protegida y me conformé con el bienestar que me proporcionaba esta situación y repetí el mismo patrón del que saliera huyendo, mi marido, mis hijas, mi casa ... me paralizó la rutina y todos los sueños se estancaron, no aproveche el tiempo, ni me propuse para nada salir de esa nube, respondí perfectamente al condicionamiento; ser buena esposa, la mamá perfecta y eso conlleva ser enfermera, ser cocinera y un montón de cosas. Y eso se llevó mi tiempo y ahora cuando ya nadie me necesita me da la sensación que para mí ... para mí, yo, no hice nada, no tengo nada, sigo siendo dependiente en todos los sentidos, no me estoy quejando, estoy dolida conmigo misma por dejarme ganar por la pereza, por la cobardía, solo yo tube la culpa, y sigo acurrucada dejando que cuiden de mi. La rueda de mi vida dió una vuelta completa, estoy en el mismo punto de partida, y para serles sincera, la mayor parte del tiempo estoy : e n c a n t a d a  de  la  v i d a .

lunes, 23 de mayo de 2011

YO SI! Y QUE?

Miro mi papel blanco como la nieve, que parece decirme adórname, lléname de palabras, no me dejes vacío ponme a hablar, el silencio es triste, es soledad. No te calles, habla que alguien te leerá y a lo mejor le haces pensar en positivo porque la vida es bella y a veces nos da sorpresas, y casi no importa lo que tu dices si no lo que la otra persona interpreta.
Ayudar es muy gratificante y cuando lees algo que armoniza contigo o que necesitas oír, también te sientes bien.
!Que chévere sería decirle con certeza al pobre "vas a ser rico", y al enfermo "te vas a curar", a la niña que se cree fea "que bella serás!", bueno por lo menos le puedo decir al niño que crecerá y eso no es mentira y lo creerá.
Alguien dijo que:
"... en este mundo traidor
nada es verdad, ni mentira,
todo es según el color
del cristal con que se mira."
Sobre este tema podría seguir divagando, pero lo dejaré para los profesionales que saben de acciones emociones, y reacciones, yo lo haré con algo mas sencillo y que hoy me hizo pensar en mis acondicionamientos.
Los patriarcas de mi familia tenían un gran poder de mando persuasivo, implantaban sus ideas con tal eficacia que nadie las ponía en duda, éramos de izquierdas por que así lo decía papá; ya de mayor me enteré lo que era el socialismo y siguió simpatizandome la idea, pero ya no me parece que todo lo bueno está ahí, los hombres que lo dirigen están sometidos a las mismas tentaciones que los otros políticos y en todas partes se cocinan habas, pero como iba diciendo mi acondicionamiento me ayuda a disculpar y aunque no apruebe, transijo y sobre todo ya mi criterio es mas amplio los demás también tienen valores. Ayer el partido socialista de España sufrió una derrota total, se esperaba que en estas elecciones los depusieran , pagaron lo de la crisis, y por lo tanto el desempleo; y el castigo superó con mucho las espectativas,
Mi socialismo es tan genuino, es la herencia, es la idea del padre, ayer me dolió en mi esencia la derrota,en ella reconocí mi acondicionamiento.

martes, 26 de abril de 2011

MI COMPUTADORA

Ya pasó Semana Santa, todos los acontecimientos pasan a un ritmo de vértigo, los años se me hacen cada vez mas cortos, cuando pienso que ya estamos en 2012 no se que pasó con el tiempo, de hecho cuando alguien se refiere a los años cincuenta o sesenta como muy lejanos, muy antiguos a mi me suenan muy extraños, porque yo los siento cercanos, no me siento una anciana estoy en perfecta consonancia con los tiempos de hoy, hay cosas que me gustan mucho y las hay que me gustan menos, pero eso no quita el que sepa que lo que pasa ahora es continuidad de lo que pasó antes.
 
Lo que mas me emociona hoy en dia son estos aparatos de las nuevas tennologías, los telefonos, las cámaras que tanto hacen fotografia como filman y lo mas increíble lo puedes compartir y mandarlo al fin del mundo pero igual te queda, esta maquinita donde estoy escribiendo que además me ahorra el tener que ir al correo cuando escribo una carta, me ahorra el papel y el sobre y ademas llega en el mismo momento en que la envías. Alguna persona no comprenderá mi entusiasmo porque ellos ya nacieron con todas estas ventajas, y además aprendieron a manejarlas al mismo tiempo que sus dedos se formaban, mis nietos mandan mensajes por el móvil y los escriben a una velocidad increible, sus dedos responden a su entrenamiento. Yo necesito asesoría constante, pero gracias a Dios mi gente joven me tiene paciencia y me enseñan y con ello estoy mas cerca de los tiempos que corren, del hoy del ahora.
 
Mis manos aun están firmes y podría escribir a mano, pero en lo que empecé con la computadora me enamoré de ella, sus facilidades son tantas que no quiero ni pensar que me falte, es mi confidente y mi compañera. En ella recibo mensajes de la gente que tanto quiero, aquella gente que dejé hace tantos años y que siempre añoré y con ella tambien puedo tenerlos al corriente de lo que pasa en mi dia a dia y asi cuando nos vemos no somos extraños.
 
A mi padre le gustaría ver tantos adelantos, él vió nacer los primeros automóviles, los aviones, la radio y la televisión; era un hombre que vivió al ritmo de su tiempo, le encantaba el cine y todo lo que fuera innovación y progreso, y si vemos que desde mediados del siglo diecinueve hasta nuestros dias la ciencia y la tecnología no dejó de sorprendernos y con unos inventos apoyan y florecen otros, y asi tenemos una medicina que ni en sueños se podia concebir hace veinticinco o cincuenta años..en los sesenta se hizo el primer trasplante de corazón, el áño pasado se le trasplantó a un niño de cinco o seis años cuatro órganos y ebolucionó tan bien que al poco tiempo salió del hospital caminando por su propio pie y con la felicidad retratada en su carita. En todos los campos se hicieron cambios y algunos casi rayan en lo milagroso operar un bebé antes de nacer y sin interrumpir el embarazo parece ciencia ficción.
De todas formas las cosas van tan aprisa que lo que hoy es novedad máñana está pasado de moda, y hoy me llevé un disgusto cuando me dijeron que mi computadora hay que cambiarla ya, como tiene cinco años está absoleta, con cinco años ABRASE VISTO !!!!